La bicicleta es un medio de transporte alabado por ser ecológico y saludable, pero además puede ser bueno para la economía de las principales ciudades europeas. Promocionar y favorecer el uso de este medio de transporte, como ya se hace en Copenhague (Dinamarca) o Ámsterdam (Países Bajos), permitiría crear al menos 76.000 puestos de trabajo y evitar unas 10.000 muertes anuales en Europa.
Así se desprende de los datos publicados este lunes por la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE, en sus siglas en inglés) con motivo del encuentro del alto nivel sobre Transporte, Salud y Medio Ambiente que organizan en París (Francia) del 14 al 16 de abril, al que asistirán los ministros europeos del ramo.
Se trata de la primera vez que se evalúan los beneficios económicos de apostar por la bicicleta. «Un sistema de transporte eficiente es vital para el funcionamiento de las economías modernas. Sin embargo, el transporte puede dañar enormemente el medio ambiente y la salud, por eso pedimos a los Gobiernos que inviertan en opciones más saludables», según ha defendido Zsuzsanna Jakab, directora regional de la OMS para Europa.
De hecho, esta experta considera que esto permitiría crear nuevos puestos de trabajo y que los ciudadanos tuvieran un mejor estado de salud, derivado de una mayor actividad física, un menor riesgo de accidentes de tráfico, una menor exposición al ruido o a una mala calidad del aire.
Actualmente el departamento de Jakab estima que en Europa se producen cerca de 500.000 fallecimientos anuales como consecuencia de la contaminación atmosférica, causada en gran parte por el tráfico. A ello habría que sumar las 90.000 muertes anuales por accidentes de tráfico. Para combatir estas cifras, los expertos creen que las ciudades europeas deberían mirarse en el espejo de Copenhague, donde el 26 por ciento de todos los trayectos que se realizan se llevan a cabo en bicicleta, un nivel mucho más alto que en la mayoría de capitales.
Tomando la capital danesa como modelo, defienden que el fomento de la bicicleta podría permitir la creación de unos 76.600 puestos de trabajo adicionales, ya que podrían beneficiarse el comercio minorista, dedicado al mantenimiento de las bicicletas, la venta de accesorios y el acondicionamiento de carriles o espacios destinados a este medio de transporte. Asimismo, también se reducirían las emisiones de gases y los accidentes de tráfico, con los beneficios que ello conllevaría para la salud, calculando una media de 10.000 vidas salvadas al año. En el caso de España, la OMS estima que se podrían crear unos 3.700 puestos de trabajo y se evitarían unas 200 muertes anuales.