A pesar de que en la última reforma laboral se planteaba la flexiseguridad como la clave para revitalizar el mercado de trabajo, esta fórmula no parece que termine de cuajar entre las empresas españolas. Arnaud Guerin, director general de MOA BPI Group, admite que "las compañías no están lo suficientemente mentalizadas del impacto positivo de estas medidas en aspectos como la productividad, la retención del talento, la fidelización, etcétera". No sólo eso. Según indica este experto, "la cultura de muchas organizaciones está aún anclada en modelos industriales del siglo pasado en los que primaban el control, la autoridad y la jerarquía que dificultan el éxito de la flexibilidad".
Sin embargo, el mercado laboral ha cambiado y "las empresas necesitan ser más flexibles", asevera Óscar Izquierdo, director de compensación y beneficios de EY Abogados, quien lamenta que "hay todavía mucha cultura presencial". Este experto cree que, probablemente, nos falte una generación para llegar a contar con profesionales flexibles y con empresas que confíen en ellos: "Muchos jefes no se fían de la responsabilidad de los trabajadores. Prefieren un control visual de la situación y controlar las horas que su equipo pasa en la oficina, que medir por objetivos". A pesar de que la cultura del presentismo va perdiendo fuerza poco a poco, Margarita Álvarez, directora de márketing y comunicación de Adecco, recuerda que se estima que menos del 5% de los empleados en España disfruta del teletrabajo.
Según el informe de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, España es el país en el que más horas se pasa sentado en la silla de la oficina. Algo que no se traduce en su productividad, pues se encuentra a la cola de Europa en este sentido. "No es lo mismo estar en el lugar de trabajo que estar trabajando", asegura Ignacio Buqueras, presidente de esta comisión. Y no le falta razón. Todos los expertos consultados coinciden en apuntar que si se impusiese la flexibilidad y se apostase por la conciliación y la confianza en el equipo, los profesionales estarían más motivados y satisfechos, lo que se traduciría en una mejora de sus resultados.
La Comisión también alertó de los males de los eternos horarios laborales españoles. No sólo causa baja productividad, también aumento de la siniestralidad laboral porque no se duerme lo suficiente, baja natalidad por la falta de atención a la pareja, fracaso escolar por el escaso tiempo que se pasa con los hijos, etcétera.
Para mayor informacion: http://www.expansion.com/2014/04/14/emprendedores-empleo/mercado-laboral/1397494893.html