La Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) propone 10 actitudes a poner en práctica por los empresarios y los trabajadores para hacer que los españoles seamos más productivos en el trabajo, como reunirse con efectividad, protegerse del mail y del móvil, o pensar en positivo.
Estas diez actitudes son:
1. Dirigir por objetivos. A los empleados hay que valorarlos por los resultados. Medirlos por objetivos concretos, recompensando a los más eficaces y reconduciendo a los que no lo son.
2. Promover el talento. El talento no sólo se busca en el proceso de selección, también dentro de la empresa y hay que mantenerlo.
3. Motivar a los trabajadores. Estimularles, inspirarles, fomentar que tengan iniciativas propias dando libertad a la creatividad. Se hace necesario potenciar las medidas de conciliación y flexibilidad para elevar su motivación.
4. Pensar en positivo. Las situaciones de crisis son una oportunidad para mejorar. La racionalización de los horarios españoles, normalizándolos con los de demás países de la UE, traerá beneficios de motivación que nos pueden dar la oportunidad de avanzar en la mejora de nuestro sistema productivo, haciéndolo más competitivo.
5. Adaptarse a la realidad. Hay que estimular a los directivos para que proporcionen directrices, saber qué esperan de uno y qué condiciones del negocio han cambiado para adaptarse.
6. Trabajar en equipo.
7. Ir tarea por tarea.
8. Protegerse del mail y del móvil. Para gestionar bien el día a día, hay que saber organizar las agendas y eliminar reuniones, actos, y viajes prescindibles.
9. Organizar mejor la jornada. Para empezar, hay que ser puntuales. En Europa y Estados Unidos suelen empezar la jornada a las ocho y dedicar media hora a comer; en España hasta pasadas las nueve no arrancamos, hacemos descanso para el café y almuerzos de dos horas, y la carga de trabajo entre la mañana y la tarde está descompensada.
10. Reunirse con efectividad. Las reuniones deben ser más cortas e involucrar a menos personas; celebrarse por la mañana o a primeras horas de la tarde; prepararlas con antelación y que no se conviertan en discusiones inútiles. Igual que se fija una hora de comienzo hay que fijar también hora de fin.
“Estas medidas pasan, invariablemente, por llevar a cabo reformas estructurales que den un mayor valor al tiempo y un cambio sustancial en nuestros horarios, haciéndolos más racionales, flexibles y humanos, y acercándolos a los de otros países europeos”, señala ARHOE en un comunicado.