El absentismo laboral cuesta cada año miles de millones de euros a la economía y es uno de los problemas que más afectan a la competitividad de las empresas españolas, según se denuncia desde las asociaciones empresariales. Un informe de Adecco sitúa a España como uno de los países con mayor nivel de bajas laborales, con una media de 11,6 días “perdidos” por trabajador y año.
“Crear un lugar de trabajo más saludable, seguro, productivo y sostenible puede reducir el absentismo en un 30%”, asegura Adriana Di Ippolito, responsable de trade marketing para Iberia de Kimberly-Clark Professional (KPC), la división para profesionales del fabricante de marcas como Kleenex o Scott. Y esto se puede conseguir solo con atender un poco más la higiene personal. “Queremos crear lo que llamamos lugares excepcionales de trabajo (o healthy workplace project). Se trata de un programa conjunto de Kimberly-Clark Professional y sus clientes para dar a los empleados pautas de salud y bienestar en el trabajo, mediante la mejora de los hábitos de higiene y limpieza en las áreas de trabajo y áreas comunes”, explica Di Ippolito.
Botoneras de ascensor, pasamanos de escaleras, teclados de ordenador, los gérmenes viven hasta 48 horas en superficies que la gente toca y se transmiten entre personas. “Lo que ofrecemos es un pack que incluye pañuelos, toallitas y gel limpiador situados en puntos estratégicos, así como a cada uno de los empleados en su puesto de trabajo”, concreta Di Ippolito.
Este mismo proyecto se ha adaptado para su utilización en las escuelas, en las que se explica a los pequeños la importancia de la higiene. Este año se ha puesto en marcha una experiencia piloto del programa en dos escuelas infantiles de Algete, en Madrid, El Principito y Pasacalles.
Junto a este proyecto, la compañía ha promovido otra plataforma encaminada a hacer los lugares de trabajo más eficientes. “Está destinada a segmentos industriales, para lograr una mejora continua y reducir despilfarro en el lugar de trabajo, a la vez que se mejora el rendimiento de los productos, reduciendo coste”. Adriana Di Ippolito pone el ejemplo de sus clientes de automoción, entre los que se encuentran compañías presentes en España como Seat, Ford, PSA Peugeot Citroën, Volkswagen u Opel. “Mediante una solución de paños de baja pelusa puede reducirse considerablemente la tasa de defecto de pintura en los automóviles, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo”, destaca.
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