"Los ricos también lloran", aseguraba un célebre culebrón de los 80. Hoy, en plena catarsis económica, podríamos parafrasear el título asegurando que "los directivos también enferman". Y lo hacen no solo porque son humanos, sino por el propio desgaste físico y psicológico que acarrea su cargo. De hecho, se les considera un colectivo profesional de riesgo, pues los trastornos de estrés y ansiedad que arrastran son, además de enfermedades, factores que pueden desencadenar otros problemas de salud. Entre ellos, la enfermedad cerebro y cardiovascular, así como diabetes, hipercolesterolemia, depresión o cefaleas.
Hay datos al respecto: el Centro de Investigación Biomédica EuroEspes ha realizado una investigación sobre el estado de salud de los directivos españoles, cuyos resultados revelan que el 22% padece problemas de tipo cerebrovascular (mareos, vértigos o dolores de cabeza). Otro trastorno habitual, presente en el 20%, es el exceso de colesterol, lo que podría dar lugar en el futuro a enfermedades coronarias. También tienen más elevado el riesgo de padecer diabetes, pues un 15% supera la tasa normal de glucosa. En cuanto a las cefaleas, las sufre el 15%, y un 7% presenta carencia de ácido fólico. No solo eso: también un 25% de los directivos mostró resultados anormales en sus electrocardiogramas, y un 15% en los TAC.
Con el fin de detectar precozmente los factores de riesgo de las personas con cargos de responsabilidad, EuroEspes ha implantado un protocolo denominado Programa de Prevención de Riesgo Cerebral; como explica su presidente, el doctor Ramón Cacabelos, "la conducta predictiva es esencial para establecer mecanismos de prevención capaces de retrasar, o incluso evitar, la aparición de enfermedades". Su novedad: no solo ofrece pruebas diagnósticas, sino que localiza marcadores genéticos de riesgo individual a enfermedades neurodegenerativas y cerebrovasculares, así como otros marcadores relacionados con los antecedentes familiares de la persona.
En realidad, los chequeos ‘de lujo’ para altos directivos no son una novedad. Desde hace más de una década, las más prestigiosas clínicas privadas han implementado programas que, bajo denominaciones como chequeo Vip, Premium, Executive o Plus, ofrecen médicos altamente cualificados y tecnología de última generación para hacer una completa ITV del ejecutivo.
Normalmente, el estrés y el agotamiento (tanto físico como mental) suelen ser los detonantes que animan a los altos cargos a someterse a una revisión exhaustiva. Desde el Centro Médico Teknon, de Barcelona, señalan que el perfil más habitual es el de "ejecutivo estresado preocupado por su salud". Pero va siendo más frecuente que sean las empresas las que ofrezcan este servicio a sus empleados más valiosos. Aunque lo vendan como plus o distinción por méritos, a menudo es una estrategia: igual que los clubes de fútbol, antes de hacer un fichaje estrella quieren asegurarse de que el ‘jugador’ va a ser capaz de asumir el nivel de estrés y de responsabilidad que conlleva su cargo.