La delegada territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Adriana Valverde, ha inaugurado hoy en el Centro de PRL de la Junta de Andalucía en Almería una jornada técnica en la que se han analizado los principales riesgos a los que se exponen las personas que trabajan en el montaje y desmontaje de espectáculos, así como la normativa aplicable a esta actividad y cómo mejorar la coordinación en la prevención de riesgos laborales en el sector.
La jornada ha contado con una asistencia de más de cincuenta personas, entre técnicos de PRL, empresas dedicadas al montaje de espectáculos y responsables de instalaciones de ferias y eventos en ayuntamientos. Asimismo, han colaborado expertos del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de la Junta en Sevilla y de las empresas Layher, S. A., Prevent Event y Grupo Mundo, S. A.
Adriana Valverde ha resaltado la “oportunidad” de la celebración de esta jornada ante la proximidad de la temporada estival, en la que se concentran la mayoría de eventos y espectáculos, sobre todo al aire libre, y ha insistido en la necesidad de que los trabajadores “no bajen la guardia, por larga que pueda ser su experiencia” y de que los ayuntamientos, “en gran medida promotores de los eventos públicos, estén extremadamente vigilantes”.
Según ha detallado, el sector de espectáculos públicos y actividades recreativas entraña riesgos específicos directamente relacionados con la rapidez con la que tienen que montarse y desmontarse las instalaciones y, en muchas ocasiones, con la complejidad de los trabajos, por su especialización y porque pueden implicar a decenas de personas de empresas diferentes y hasta nacionalidades distintas, “lo que complica la comunicación y hace más necesaria la coordinación entre ellas para evitar accidentes”.
En esta actividad son muy frecuentes los accidentes de poca gravedad, aunque también se producen siniestros graves y mortales. Entre las causas destacan las caídas de objetos o de los propios trabajadores desde altura; las quemaduras por contacto con focos encendidos o el manejo inadecuado de instalaciones eléctricas; los golpes de calor y deshidrataciones; la inhalación de partículas nocivas, cortes, intoxicaciones e irritaciones del sistema respiratorio ocasionadas por humos que a veces se usan en los escenarios; daños en tímpanos por los alta exposición a ruido; o lesiones producidas por el manejo de material pirotécnico.
Estos accidentes pueden prevenirse con equipos de protección individual adecuados para cada labor y, “sobre todo, con formación específica para los trabajadores”, ha asegurado la delegada territorial. Asimismo, ha mencionado otras medidas como la mejora de la hidratación de los trabajadores que trabajan al aire libre en verano, la reducción de los decibelios en los ensayos musicales o la restricción del acceso a las áreas de trabajo de mayor peligro sólo a los profesionales especializados.