El sector vitivinícola registró en 2013 un total de 82 accidentes laborales. Se trata de casi un 32% menos que en el año anterior, lo que supone además una mejoría clara en una tendencia que, hasta ahora, no presentaba demasiadas variaciones. Así, entre 2009 y 2013 se contabilizaron 540 incidentes de este tipo en bodegas o explotaciones vitivinícolas, repartiéndose en los cuatro primeros años casi por igual (118, 120, 100 y 120 accidentes respectivamente).
De ese medio millar de accidentes, solo uno fue mortal (causado al quedar atrapado el trabajador). Por su parte, el 98,5% de los casos fue catalogado como incidente de carácter leve. Así se recoge en un estudio elaborado por técnicos del Instituto Riojano de Salud Laboral (Irsal) y que fue presentado ayer en el transcurso de unas jornadas sobre prevención de riesgos laborales en este sector vitivinícola.
El informe se ha realizado sobre la base de las visitas efectuadas por los técnicos a 217 empresas de elaboración de vinos, con un total de 2.235 trabajadores involucrados. La mayoría de estas empresas, concretamente el 59% del total, era de pequeño tamaño (de 1 a 5 trabajadores). Tras realizar las visitas técnicas, en caso de observar alguna deficiencia en las instalaciones o la documentación sobre gestión preventiva, los técnicos enviaban un documento con recomendaciones para subsanar esos fallos.
Se observaron deficiencias de cualquier tipo en más de la mitad de las visitas efectuadas (56,7%), lo que motivó el envío de 123 informes con 506 recomendaciones. Entre las más habituales, las relacionadas con planificación preventiva (18% del total), con la señalización de los lugares de trabajo (13%), con la evaluación de riesgos (10%) o con las medidas de emergencia y evacuación (10%).
El estudio muestra, no obstante, que la inmensa mayoría de las bodegas cuenta con un plan de prevención de riesgos laborales (el 80%). El 87% de las empresas ha contratado un servicio externo para la gestión de la prevención. Solo 34 empresas cuentan con la figura del delegado de prevención, y en siete de cada diez casos, este cuenta con una formación de nivel básico. En cuanto a los trabajadores, el 76% de ellos ha recibido formación relacionada con la prevención de riesgos. Cabe destacar que un 30% de los accidentes se producen en las empresas de menor tamaño, y solo un 7% en las de más de 100 trabajadores.