Las empresas van a tener que comunicar a la Seguridad Social las bajas de sus trabajadores el mismo día que se produzcan y con efectos a esa fecha, según el nuevo Real Decreto que desarrolla el nuevo sistema de facturación directa de cotizaciones que está vigente desde el pasado mes de enero. Los responsables del Ministerio de Empleo han enviado hoy un borrador de este decreto a patronal y sindicatos para que hagan sus observaciones.
Con este cambio en el sistema de facturación las empresas deben pasar de una autoliquidación a recibir dicha liquidación de la Seguridad Social, con la información que las compañías faciliten a este organismo.
De esta forma, para que los técnicos de la Seguridad Social calculen a las empresas sus cotizaciones, estos deberán conocer en el menor plazo posible todos los datos que afecten a dicho cálculo de las cuotas. De ahí que Empleo pretenda que la norma obligue a las compañías a comunicar las bajas laborales en el momento en el que se producen.
De esta forma, se atajará también –según explicó ayer Empleo– la práctica de comunicar las bajas el día del cese pero con fecha de efectos seis días antes, que es como se hace en la actualidad.
Este sistema entró en vigor en enero, pero su implantación en todas las empresas será progresiva. Mensualmente, la Tesorería General de la Seguridad Social, irá seleccionando las empresas a las que empezará a facturar de forma directa y se lo comunicará electrónicamente. Una vez reciban esta comunicación, las compañías tendrán tres meses para practicar el cambio de modelo de liquidación antes de adoptarlo obligatoriamente de forma definitiva.
De momento, la TGSS solo ha ensayado este modelo en varios programas piloto en grandes compañías desde hace más de un año. Los responsables de poner en marcha este cambio aseguran que su extensión a todo el tejido productivo se hará sin grandes complicaciones. Y añaden que una vez implantado facilitará la gestión empresarial y evitará fugas de cotizaciones.
Con este nuevo sistema, la Seguridad Social manejará todos los datos relativos a las cotizaciones de alrededor de 13 millones de trabajadores que trabajan en más de 1,3 millones de empresas. Con ello, el volumen de recaudación que gestionarán superaá los 8.600 millones de euros. El pasar de un sistema de autoliquidación a uno de facturación directa, supondrá un ahorro neto anual de unos 63,4 millones de euros, según ha calculado la Seguridad Social.
Entre otras ventajas para las empresas, Empleo destaca que se aplicarán bonificaciones que en muchos casos las empresas no sabían que tenían por algún trabajador y se simplificarán los trámites de pago, que serán totalmente online. Además, se pretende controlar que las empresas cotizan efectivamente por todos los conceptos salariales incluidos en las bases.