El controvertido bisfenol A no presenta riesgos para la salud. Es la conclusión del dictamen que la Agencia de Seguridad Alimentaria de la UE (EFSA, en sus siglas en inglés) ha hecho público recientemente. Las autoridades estatales y los expertos llevaban años esperando este informe, que actualiza con mucha más evidencia científica otro de 2006, sobre los potenciales peligros de este compuesto químico presente en plásticos que se usan para fabricar envases como botellas o tuppers, en los revestimientos de las latas de conserva o en los recibos de compra.
Por su capacidad de simular el comportamiento de las hormonas, varios estudios han relacionado al bisfenol A (BPA) y otras sustancias parecidas (los denominados disruptores hormonales o endocrinos) con alteraciones del metabolismo y con enfermedades como la diabetes y algunos tipos de cáncer. Pero la EFSA concluye en su dictamen que el bisfenol A no presenta riesgos para consumidores de todas las edades a los niveles actuales de exposición. Unos niveles que están muy por debajo del umbral que se considera seguro: 4 microgramos por kilo de peso corporal al día. Los expertos han calculado que, entre todas las fuentes de bisfenol A —la dieta, el polvo, los cosméticos, los tickets...— la exposición media es entre tres y cinco veces inferior al umbral de seguridad.
La conclusión contrasta con la decisión que tomó Francia hace dos años, cuando estudió la evidencia científica y optó por prohibir este compuesto en todos los envases de alimentos por considerarlo un peligro para la salud. Aseguró que prevalecía el principio de precaución.
En todo caso, el informe de la EFSA menciona varias "incertidumbres" que asegura que tendrán que estudiarse mejor en el futuro. Por ejemplo, en el caso del bisfenol A que no entra en el organismo a través de la dieta sino por contacto de la piel con el papel térmico que se usa en los recibos del supermercado. Algunas de estas cuestiones las resolverá una amplia investigación que está llevando a cabo el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos y que terminará en dos o tres años, señaló la EFSA en un comunicado.