En abril de 2010 se ponía en marcha en Reino Unido una original forma de gestión de las bajas médicas. Básicamente, el cambio consistió en permitir las altas parciales en enfermos atendidos por su médico de atención primaria. Se sustituía el término sick note (justificante por enfermedad) por fit note (justificante de estado de salud) lo que, a efectos prácticos, significa que una persona enferma puede incorporarse al trabajo bajo ciertas condiciones pactadas con su médico y que el empleador debe cumplir.
En el documento se incluyen, además de los datos del paciente y su estado de salud, recomendaciones sobre qué tareas puede realizar si se incorpora al trabajo o si se puede beneficiar de prácticas como un cambio de horario o de tareas hasta que se consiga la recuperación total. Se trató, sin duda, de una iniciativa innovadora puesto que desafiaba el concepto de que una persona ha de estar plenamente restablecida antes de incorporarse a su puesto laboral. La introducción de este sistema no supone que toda persona deba incorporarse al trabajo en circunstancias pactadas, pero sí da esa posibilidad al médico y al enfermo.
Un estudio publicado en la última edición de la revista Ocucupational & Environmental Medicine compara ahora, casi cinco años después, si este cambio ha influido en el número de personas que están de baja por mucho tiempo.
Los investigadores dirigidos por Mark Gabbay, de la University of Liverpool, compararon los datos de 12 meses de justificantes de estado de salud obtenidos en 68 consultas de atención primaria entre 2011 y 2013 con los tradicionales justificantes por enfermedad expedidos en siete consultas entre 2001 y 2002.
El estudio concluye que la entrada en vigor de la fit note ha supuesto una reducción de las bajas largas (de más de tres meses de duración). De hecho, de las casi 14.000 bajas acompañadas por justificante de estado de salud, alrededor de la mitad no duraron más de tres semanas, un tercio se alargó hasta las 12 semanas y solo un 12% excedió este periodo.
En España, el portavoz de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) Paulino Cubero, aclara que no existe un plan similar y que, de hecho, la última modificación sobre la gestión de bajas laborales -aún no implementada- tiene "descontentas" a las sociedades que agrupan a los médicos de familia, por aumentar la parte burocrática de su carga de trabajo. Para Cubero, el sistema implantado en Reino Unido es "razonable". "El médico lo que tiene que hacer es especificar las limitaciones funcionales que tiene el paciente, no controlar lo que hace o deja de hacer", señala.
Para acceder a la información completa: http://www.elmundo.es/salud/2015/03/06/54f8ae2e268e3e41698b4579.html