El Comité científico independiente europeo de los riesgos sanitarios emergentes y recientemente identificados (SCENIHR) acaba de publicar su informe sobre los efectos potenciales de la exposición a campos electromagnéticos (“Potential health effects of exposure to electromagnetic fields (EMF)“.
Los Comités Científicos de la UE no realizan estudios científicos, sino que examinan todos los datos científicos pertinentes y efectúan análisis de los metadatos para emitir un dictamen sobre diversos temas relacionados con la salud pública.
El término "Campos electromagnéticos" (CEM) por lo general hace referencia a las frecuencias electromagnéticas por debajo de la de la luz visible, y en ellas se centra la opinión del SCENHIR; sin embargo, el espectro electromagnético entero abarca desde las frecuencias extremadamente bajas (como la energía eléctrica) hasta frecuencias más altas (como las microondas, las frecuencias ópticas y, por encima de estas, los rayos X). La frecuencia está relacionada con la longitud de onda: cuanto más corta es la longitud de onda, mayor es la frecuencia.
Según la opinión del SCENHIR, los resultados de los estudios científicos más recientes demuestran que, a niveles de exposición por debajo de lo establecido por la normativa en vigor, no existen efectos sanitarios adversos evidentes.
Algunos estudios indican que existe una relación entre los CEM generados por los teléfonos móviles y un mayor riesgo de cáncer del nervio vestibular (auditivo) y tumores cerebrales. Sin embargo, esta relación no ha sido confirmada por otros estudios, y una conclusión en concreto recomienda prudencia en su interpretación: las tasas de incidencia de los tumores correspondientes no han aumentado desde la introducción de los teléfonos móviles.
Estudios previos también asociaron los CEM a un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer. Nuevos estudios al respecto no han confirmado este vínculo.
Hay estudios epidemiológicos que vinculan la exposición a campos de Frecuencia Extremadamente Baja (FEB) (por ejemplo por vivir de forma prolongada cerca de líneas eléctricas) con una mayor incidencia de la leucemia infantil, un cáncer de la sangre poco común. Esta correlación no ha sido explicada ni apoyada por estudios con animales o células. Hasta ahora, los resultados de las investigaciones no han podido establecer un posible mecanismo que explique este vínculo. Es necesario seguir investigando para confirmar o descartar una posible relación causal.
Ciertas personas atribuyen a la exposición a CEM síntomas tales como dolores de cabeza, trastornos del sueño y fatiga. Aunque estas inquietudes son legítimas, por el momento no existen pruebas científicas concluyentes de que la exposición a CEM cause ninguno de estos síntomas.
Fuente: Comisión Europea - SCENIHR