Ante la extraordinaria preocupación que la tragedia de Germanwings despertó en la sociedad y en el sector aeronáutico, el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación (COPAC) ha firmado un convenio directo con la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) con el objetivo de que no vuelva a repetirse una desgracia igual. Para ello, expertos en aviación y salud mental pondrán en marcha varios estudios que detecten cada riesgo vinculado al ejercicio de los pilotos, desde el escaso control de acceso a la profesión y las carencias formativas hasta la influencia que pueden ejercer sus condiciones laborales y contractuales.
El decano del COPAC, Luis Lacasa, explica a El Confidencial la importancia de hacer un análisis exhaustivo de la situación actual de los pilotos españoles para poder garantizar la máxima seguridad a los viajeros. Para el Colegio de Pilotos hace falta un estudio real, científico y a largo plazo de todos los factores que influyen en una profesión “con altísima responsabilidad como es la de dirigir una aeronave llena de personas”.
Lacasa reconoce que el fatal accidente “descolocó” mucho al colectivo porque “era impensable que algo así sucediera en una compañía tan potente como Lufthansa”. Además, era “completamente inimaginable pensar que un compañero pudiera asesinar a sus pasajeros. Por eso estamos haciendo este ejercicio de análisis, hay que hacer muy bien las cosas a partir de ahora”.
Según el Colegio de Pilotos y la Asociación de Neuropsiquiatría, son varios los factores que deben examinarse. Por un lado, el propio modelo de aerolínea tradicional, en el que según dice Lacasa, “existían procesos muy buenos y exigentes de selección y de incorporación de pilotos, que proporcionaban estabilidad a pesar de que ser un trabajo en el que estás siempre fuera de casa”. Pero en la actualidad, cada vez hay más compañías –especialmente las low cost– desestructuradas que apuestan por contratos puntuales cuando necesitan pilotos, por ejemplo. Y eso, insiste el responsable del COPAC, “genera mucho estrés en una profesión difícil”, porque “los pilotos no tienen vínculos contractuales con una aerolínea por la que sin embargo responden en cosas tan trascendentales como la seguridad de la gente que viaja en los aviones”.
La conclusión a la que llegan los expertos en salud mental es que estos factores de estrés a los que los pilotos están sometidos hay que estudiarlos desde un punto de vista patológico. Además, otro de los proyectos que impulsarán ambos colectivos será establecer programas específicos para pilotos con problemas mentales o adicciones, que son muy complicados de tratar. Sería similar al denominado 'Programa de Ayuda Integral al Médico Enfermo', que se ocupa de los problemas que sufren profesionales de la medicina y los pretende solucionar a través de una vía de reinserción para poder ser tratados y que puedan seguir trabajando.