Los trabajadores del sector pesquero están expuestos a condiciones que nada tienen que ver con los de tierra su oficina es el barco, que está sometido a las condiciones del mar y el trabajador pasa largos periodos en un espacio reducido, resumió la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, al presentar una innovadora guía de vigilancia de la salud en el sector pesquero coordinada desde Galicia y realizada en colaboración con las comunidades de Asturias, Cantabria y Euskadi.
Su objetivo es que sirva de guía para que la salud en este sector no se limite al reconocimiento previo al embarque en el Instituto Social de la Marina. Por eso las cuatro comunidades, que suman 2.400 kilómetros de litoral, decidieron realizar la Guía de vigilancia de la salud en el sector pesquero, que se presentó en el Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (ISSGA) en Rande. Se trata de un trabajo específico para cada tipo de actividad dentro del propio sector (pesca de bajura y artesanal, marisqueo a pie, gran altura y actividades auxiliares). La fase que se presentó es la de flotas de bajura y artesanal.
Según Mato, la primera fase se dedica a la bajura y pesca artesanal por ser las áreas que emplean a un mayor número de personas y ser además el ámbito donde se estima que el sistema de prevención de la salud está menos desarrollado, en parte por tratarse en la mayoría de los casos de trabajadores autónomos.
La conselleira de Traballo subrayó que se trata de un manual muy especializado que concreta los riesgos inherentes a cada trabajador según la modalidad de pesca, su puesto o las tareas que desarrolla y a partir de ahí establece los protocolos médicos y las pruebas específicas para hacer frente a los riesgos.
En España existen cerca de 40.000 trabajadores dados de alta en el régimen especial del mar, de los que más de 19.000, más del 50 por ciento, pertenecen a alguna de las cuatro comunidades que editan el documento. En Galicia hay 7.600 afiliados al régimen especial que trabajan en la pesca costera y de bajura.