¿Tener un centro médico en la sede de la compañía es un ahorro, una inversión o las dos cosas? El ejemplo de Grupo Santander puede ayudar a muchas empresas a hacerse una idea de lo que supone. Los empleados de la entidad financiera perdían más de 100.000 horas de su jornada laboral en asistir a consultas o pruebas médicas. Para mejorar esta situación, el grupo ideó un centro médico lo suficientemente completo como para que ningún trabajador tuviera la necesidad de acudir a otro, pero se quedó pequeño. En diciembre, Grupo Santander inauguró otro de más de 6.500 metros cuadrados al que pueden acudir los trabajadores del grupo, así como los beneficiarios de su seguro de salud. El centro da servicio a 12.500 empleados y sus familiares, lo que eleva esta cifra a 22.000 personas.
De esta forma se ha reducido la pérdida de horas de trabajo y se han ahorrado 4,2 millones de € al año -el coste actual del centro médico es de 200.000 €-. El responsable de dicho centro, Agustin Mocoroa, asegura que "esta fórmula permite que la empresa cumpla con su obligación de vigilancia de la salud de sus empleados de una forma mucho más competa de lo que exige la ley".
El centro, en el que hay todo tipo de especialidades médicas supone un avance porque aumenta la productividad, reduce el absentismo y el presentismo y mejora la calidad de vida de los empleados porque ofrece otros servicios asociados a la salud como pilates. "Los empleados de este sector no tienen grandes riesgos médicos asociados a su trabajo, pero sí padecen algunos que son molestos como dolores de espalda, por eso intentamos ayudarles a superar esas dolencias", señala Mocoroa, que apunta a que también le dan "mucha importancia a los riesgos cardiovasculares y a algunos de sus problemas asociados como el sobrepeso". En su opinión, "una sociedad es lo que come y todos los días comen aquí 5.000 personas. Es importante que cuidemos su alimentación si queremos que trabajen bien".
Además, el centro médico tiene una unidad de emergencia que se desplaza ante cualquier problema que haya dentro de la sede de Boadilla del Monte (Madrid); otra que analiza la pisada y la zancada de los empleados más deportistas, y en unos pocos días, una en la que podrán hacerse los certificados médicos necesarios para renovarse el carné de conducir.
Las especialidades están incluidas en el seguro médico que tienen casi el 95% de los empleados del grupo, pero en ocasiones acarrean un coste para el empleado, que en cualquier caso lleva asociado un "30% de descuento si se compara con los precios de la calle", apunta Mocoroa.