Somnolencia excesiva diurna a causa de un descanso pobre durante la noche es el síntoma más característico de la apnea del sueño y lleva a una disminución significativa de la eficiencia en el trabajo y a un aumento de la siniestralidad, lo que hace que las bajas laborales de estos pacientes superen los 30 días.
Así lo señala el doctor Carlos Javier Egea, neumólogo y coordinador del área de sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en un artículo publicado en la revista Archivos de Bronconeumología.
"Padecer apnea del sueño puede duplicar el riesgo de absentismo laboral, tanto en hombres como en mujeres. Estos pacientes presentan un aumento de bajas laborales superiores a 30 días y un mayor grado de distrés psicológico", asegura el doctor Egea.
Esta enfermedad genera limitaciones en el trabajo y puede aumentar la siniestralidad, ya sea laboral como en relación con la conducción.
Según el doctor Egea, "la somnolencia diurna constituye un elemento clave en la valoración de la discapacidad laboral, ya que su presencia puede dar lugar a una incapacidad laboral transitoria o definitiva".
Aunque no es fácil realizar una evaluación de las implicaciones laborales de la apnea del sueño debido a su complejidad, este neumólogo cree que "es muy posible que, en un futuro próximo, la existencia de una posible apnea del sueño forme parte de la valoración inicial y periódica de los exámenes de salud de los trabajadores".
Explica que el tratamiento con dispositivos CPAP para pacientes en edad laboral permite lograr una mejora en la productividad, a la vez que genera un descenso de los posibles accidentes de trabajo que pueden surgir dada la sintomatología de la enfermedad.