Representantes de los ministerios de Interior, Empleo y Fomento han analizado en una jornada organizada por FENEBUS y ASINTRA, en colaboración con Ibermutuamur, la seguridad y salud de los conductores profesionales del transporte de viajeros.
Según el comunicado de Fenebus sobre dicha jornada, Juan Antonio Esteban, director de Recursos Humanos de Alsa, ha afirmado que es difícil dilucidar de quién es la responsabilidad de la salud psicofísica de los conductores, aunque, en su opinión, “la empresa es la que está sometida a más presión”. En el caso de su compañía, ha dicho, el 80% de las acciones formativas están dirigidas a los conductores, “pero el liderazgo de los mandos es fundamental”.
En esta aproximación integral a preservar y mejorar la salud laboral, el CAP realiza una función esencial, pero no sucede lo mismo con los reconocimientos médicos, ya que cada trabajador puede decidir si se somete a ellos o no. A este respecto, afirmó que las Administraciones manifiestan “sensibilidad” hacia el tema, pero en la práctica no existe legislación firme que obligue a los conductores a realizar los reconocimientos porque prevalece el derecho de los individuos a preservar su intimidad.
Por su parte, Ignacio García de Leániz, director corporativo de Recursos Humanos del Grupo Avanza, ha manifestado que la salud laboral de este colectivo debería “atacarse” desde varios puntos de vista que incluyen desde la obligatoriedad de los reconocimientos médicos, hasta la declaración de competencias entre mutuas y Seguridad Social. Como en el caso anterior, mostró su preocupación por el hecho de que los empresarios no dispongan de una herramienta objetiva con la que detectar el consumo ocasional o continuado de alcohol o drogas entre los conductores.
Aprovechó para recordar que, a pesar de todo, existe tecnología para controlar el consumo de sustancias prohibidas con la conducción, porque “aunque la siniestralidad en el sector es muy baja, causa una enorme alarma social”. También abordó otros temas relacionados con la salud como las consecuencias derivadas de la falta de sueño o las inspecciones.