El tipo medio de cotización de las empresas - 1,22% - nunca fue tan bajo como en 2014, disminuyendo más del 2% respecto al año anterior (1,25%). Nunca antes las empresas tuvieron que pagar un porcentaje tan pequeño de los salarios a fin de asegurar a sus empleados contra los accidentes laborales y las enfermedades profesionales. Esto es debido a que la tasa de empleo sigue siendo alta y a la disminución constante en el número de accidentes.
"Primas estables contribuyen al éxito de la prevención y la rehabilitación", dijo el director de la DGUV (entidad pública gestora del seguro), el Sr. Joachim Breuer. El riesgo de accidentes de trabajo se redujo aún más el 1% el año pasado hasta 22,3 casos por cada 1.000 trabajadores eqiivalente a tiempo completo. El número total de accidentes de trabajo y desplazamiento sujetos a declaración fue 1.044.057, un 1,5% menos que el año anterior.
El gasto total de las mutuas aseguradoras para el sector privado (BG) y los fondos de seguro de accidentes para el sector público ascendió a 14 mil millones de euros. Las contribuciones del empleador reportaron 12.000 mil millones de euros, de los cuales 1.400 millones se destinaron para asegurar a los empleados del sector público y los estudiantes los 10.700 restantes para los trabajadores en el sector privado.
"La favorable evolución para las empresas de los tipos de cotización se debe en parte a la buena coyuntura económica", dijo Breuer. El gasto de las BG y de las instituciones de seguros de accidentes del sector público se incrementaron ligeramente, pero los sueldos y salarios, que son la base para el cálculo de las contribuciones, crecieron más rápido. "Es importante, en este contexto, que los salarios casi no aumentaran en el 2014. Sin embargo, lo que ha aumentado, es el gasto para la prevención, atención médica y rehabilitación, es decir, es decir, las inversiones que influyen favorablemente en la evolución a largo plazo del gasto en pensiones ", agregó Breuer.
Ello contribuye a la equidad intergeneracional en materia de seguridad social, ya que en un sistema de reparto la carga de las pensiones recae en gran parte en los futuros cotizantes.
Fuente: Eurogip y DGUV