El consumo de alcohol, drogas y otras sustancias está detrás del 45% de los accidentes laborales graves que se producen en España, un porcentaje que se eleva incluso más en el caso del Principado, según los informes de la Inspección de Trabajo. Así lo ha indicado el catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad de León, Juan José Fernández, también autor del informe ejecutivo sobre el consumo de alcohol, drogas y otras sustancias en el ámbito laboral.
Fernández, que ha presentado este informe en la sede de la Federación Asturiana de Empresarios, FADE, y ha indicado que la principal conclusión del estudio es que estamos "ante un problema que traspasa lo laboral y es de ámbito social".
"El ámbito de trabajo puede ser un ámbito para intervenir pero es importante delimitar las responsabilidades para saber que es responsabilidad del empresario y del trabajador definiendo bien cuando el consumo de alcohol y drogas pasa de ser un riesgo laboral a un riesgo social", ha dicho.
Así ha indicado que se considera que empieza a haber riesgo laboral cuando hay un sector con una incidencia más alta de esta problemática en un sector concreto, con ademán un incremento de incidencias. En este sentido ha destacado que los sectores de la construcción, el transporte y la hostelería son los de mayor incidencia.
El autor del informe ha indicado que cuando se da la sospecha de que un trabajador tiene un problema de consumo debería intervenir, porque estaría ante "un riesgo". Por ello considera muy positivo el acuerdo alcanzado en Asturias para que empresas de transportes puedan hacer controles a sus trabajadores.
"No es habitual y me parece una buena noticia porque creo que esa es la fórmula de intervención que se pretende, que se alcancen acuerdos entre las partes y se puedan llevar a cabo esos controles", ha explicado Fernández, que ha asegurado que parece que se prima más la intimidad que la seguridad. "No se puede pedir responsabilidad a las empresas si al mismo tiempo no se dan medios para atajar el problema y la única forma de lograr que una persona bebida no coja un volante es un control y un test científico probado", ha añadido.
En cuanto a la evolución de la incidencia del consumo de drogas y alcohol en el trabajo, Juan José Fernández, ha manifestado que en los últimos años se está dando un estancamiento y ligera bajada en el consumo de los hombres, mientras que en las mujeres se ha incrementado. "Estamos también ante un problema de género, aunque es cierto que siga afectando principalmente a los hombres", ha explicado.
Si se atiende a la edad de los afectados, Juan José Fernández ha indicado que "se trata de un problema social porque aparecen estadios consolidados de consumo habitual en personas con edades en las que aún no han accedido al mercado de trabajo, como son los 18 años".