Los helicópteros son elementos críticos en numerosas misiones de carácter médico, de apoyo a las fuerzas del orden público y de rescate, que a menudo se realizan sobre ciudades o cerca de zonas habitadas. Un grupo de investigadores financiado por la Unión Europea ha desarrollado tecnologías innovadoras de reducción del ruido que podrían beneficiar tanto a la población local como a los pasajeros.
El ruido exterior generado por los helicópteros crea una opinión negativa entre el público con respecto a estas aeronaves, a pesar de su utilidad. Por otra parte, el ruido que se genera dentro de la cabina impide la conversación y el confort.
El proyecto Friendcopter («Integración de tecnologías para favorecer la construcción de helicópteros respetuosos con el medio ambiente y con los pasajeros») tenía como objetivo reducir el ruido en el interior y el exterior de los helicópteros con el fin de mejorar el cumplimiento de las normas medioambientales y la aceptación por parte del público. El proyecto se centró en reducir el ruido emitido por el motor y el ruido sobre el suelo y en la cabina, y en crear un sistema sumamente innovador de control activo del ruido de las palas del rotor.
Con el fin de reducir la huella acústica sobre el suelo, los investigadores desarrollaron un nuevo modelo de huella de ruido con rutinas de optimización automáticas para su atenuación. El procedimiento de optimización logró reducir en hasta un 50 % la huella acústica, lo cual corresponde a una reducción de 10 dB de ruido en determinadas ubicaciones de observación.
Actualmente no se dispone de tecnologías de silenciado de los motores de turboeje de los helicópteros en serie. Por consiguiente, el proyecto Friendcopter desarrolló un proceso de fabricación realmente innovador para integrar revestimientos acústicos en los materiales compuestos de los motores que servían para reducir el ruido del motor y también el tiempo y el coste de fabricación.
Los investigadores identificaron que la caja de engranajes es la fuente principal de ruido en la cabina y, por consiguiente, modificaron este elemento usando las tecnologías activas y pasivas más avanzadas. Además, con el fin de mitigar todavía más el ruido residual en la cabina, los investigadores aplicaron una reducción activa del ruido mediante el uso de paneles avanzados en la cabina.
Finalmente, el concepto más innovador fue la tecnología de control activo de las palas del rotor mediante actuación distribuida. Los investigadores estudiaron tres tecnologías distintas basadas en los llamados materiales inteligentes o activos. Estas tecnologías se verificaron experimentalmente y se demostró su viabilidad técnica.
En resumen, el proyecto Friendcopter realizó avances significativos en la reducción del ruido de los helicópteros tanto dentro de la cabina como sobre el suelo. Se espera que el uso de materiales activos posibilite una reducción drástica de ruido y la atenuación de las vibraciones, lo cual permitiría cumplir con las normas medioambientales y promover una mayor aceptación en el seno de la opinión pública. Teniendo en cuenta la importancia vital de los helicópteros en vuelo a baja altura en situaciones de emergencia como las misiones de rescate, la evacuación médica y las acciones de apoyo a las fuerzas de orden público, el proyecto Friendcopter debería ejercer un efecto positivo sobre el funcionamiento continuo y mejorado de estas aeronaves.