El índice de siniestralidad laboral en Andalucía, que suma accidentes de trabajo y enfermedades profesionales con baja, lleva dos años siendo inferior a la media nacional, algo que no sucedía desde hace lustros, según el primer Observatorio Asepeyo de la siniestralidad en Andalucía, presentado ayer en Sevilla.
Esta reducción de la siniestralidad laboral andaluza no ha sido un efecto coyuntural, sino "fruto del esfuerzo" de los planes preventivos implementados por administraciones y empresas, sobre todo los planes de prevención puestos en marcha por las pymes con ayuda de la Junta. Así lo afirmó a la prensa el delegado de Asepeyo en Andalucía, Antonio Marañón.
El índice de siniestralidad laboral andaluz bajó el año pasado hasta las 3,8 bajas por cien trabajadores, seis décimas menos que a nivel nacional, 3,86 bajas, según afirmó Marañón. Ya el año anterior, en 2014, el registro andaluz fue de 3,7 bajas, el mínimo al menos desde 2005, frente a las 3,78 de media en el conjunto del país. La tasa andaluza siempre había sido superior a la media española desde 2005.
Las estadísticas oficiales coinciden con el estudio de Asepeyo y reflejan una caída de la siniestralidad laboral del 50% en Andalucía entre 2003 y 2013, algo que no sólo es atribuible al descenso de la actividad derivada de la crisis económica, según la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), donde se presentó el estudio.
El Observatorio refleja que el 92% de los afiliados a Asepeyo en Andalucía no tuvieron ningún accidente en 2015 y que el 0,82% de los trabajadores acumulan más del 20% de las bajas.
El secretario general de CEA, Antonio Carrillo, subrayó que las estadísticas oficiales el primer trimestre de este año reflejan una reducción de la siniestralidad grave y mortal el 13 y el 6%, respectivamente, en Andalucía.
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