El próximo 1 de julio entrará en vigor la nueva Directiva CEM sobre seguridad frente a campos electromagnéticos, que garantizará la adecuada protección de las personas en sus lugares de trabajo y tendrá legalmente efectos vinculantes.
El principal objetivo es evitar la exposición a campos elevados durante periodos largos. En los casos en que las violaciones de los límites son inevitables, por ejemplo cuando se trabaja cerca de antenas o equipos de soldadura industrial, deberán utilizarse equipos de protección personal (PPE) capaces de generar una alerta cuando los niveles de exposición alcancen valores críticos.
Los efectos adversos de los campos electromagnéticos sobre el cuerpo humano están científicamente documentados. Es fácil entender qué hacen las radiaciones no ionizantes observando un simple horno microondas. La absorción de radiación de alta frecuencia genera suficiente calor para cocinar los alimentos. El mismo proceso puede tener lugar en nuestros cuerpos. Es imprescindible evitar el calentamiento peligroso de los tejidos.
Hay algunas áreas en la vida diaria donde se necesita especial vigilancia de los campos electromagnéticos críticos. Las antenas de radar son un ejemplo, al igual que los transmisores de radio y TV, las instalaciones de telecomunicaciones móviles y los equipos industriales de soldadura y fundición que emplean altas frecuencias.
Para ampliar la información: http://www.seguridad-laboral.es/prevencion/otros/monitores-de-radiacion-personales-seguridad-sin-complicaciones