La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Salud, está dando los primeros pasos para la elaboración de una ley destinada a combatir la obesidad, en la que se incluirán subvenciones, en forma de incentivos, para las empresas que produzcan alimentos saludables. El objetivo es cortar la tendencia al incremento de un problema que tiene gravísimas consecuencias no solo en el plano de la salud, sino también en el económico, por el enorme gasto sanitario que supone el tratamiento.
De seguir la dinámica actual, según la Junta se prevé que en 2050 la mitad de la población forme parte del mundo de los obesos, y solo se van a salvar «las mujeres universitarias». La prevalencia de la obesidad es, además, la segunda causa de muerte evitable después del tabaquismo.
La administración andaluza, al igual que la estatal, cuenta con todo tipo de planes encaminados a combatir la obesidad, y más específicamente la obesidad infantil. «Sin embargo los datos de prevalencia siguen aumentando, aquí, en España y en la mayoría de los países de Europa», destaca. Al ritmo actual, en el año 2050 el 60% de los hombres, el 50% de las mujeres y el 25% de los niños serán obesos. En Andalucía, hoy por hoy, el problema afecta al 20% de los adultos y al 14% de los menores», explica a ABC Josefa Ruiz, secretaria general de Salud Pública y Consumo de la Junta.
«Si no hacemos algo potente, con la alianza de toda la sociedad, esa tendencia generará una gran carga de enfermedades y de muerte, más lo primero que lo segundo, porque el sistema sanitario está actuando bien; y un coste muy alto desde el punto de vista económico», apunta Josefa Ruiz.
España es el quinto país de la OCDE con mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso, y Andalucía es, junto con Canarias, Murcia y Extremadura, de las comunidades con los datos más preocupantes.
Otro elemento indispensable es la colaboración de la industria de la restauración, para que confeccione menús saludables. Y en lo que se refiere a las empresas, a través de la ley se incentivará aquellas que trabajen a favor de una alimentación «saludable y equilibrada. Queremos ver cómo podemos incentivar a las empresas que pongan en marcha estrategias que reduzcan el consumo de productos con muchas calorías».
La apuesta de la nueva normativa, según Ruiz, tendrá dos pilares fundamentes: «la dieta mediterránea y el ejercicio físico», Junto a ello, la Ley tendrá un apartado dedicado al control de la publicidad, para desterrar los mensajes sobre alimentos con propiedades adelgazantes que no son tales.