La Junta de Andalucía y los agentes económicos y sociales han acordado, en el seno del Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (CAPRL), la puesta en marcha de manera inminente de un plan de refuerzo para combatir la siniestralidad laboral tras el alza registrada el pasado año.
El plan tiene como objetivo dar una respuesta "inmediata" a determinados aspectos hasta la formulación definitiva de la nueva Estrategia Andaluza de Seguridad en el Trabajo 2017-2022, cuya aprobación está prevista para el próximo mes de enero.
Para ello, se centrará de manera específica en sectores que han registrado en los últimos años una mayor incidencia de accidentes, así como en las empresas andaluzas que sufran siniestros de especial gravedad.
Entre las acciones del plan, destaca el programa "Alerta accidentes", en el que se integrarán de manera automática las empresas andaluzas que sufran un accidente mortal o más de uno de carácter grave y que conlleva la asistencia del personal técnico de los Centros de Prevención de Riesgos Laborales para supervisar su situación preventiva y prestarles asesoramiento.
El objetivo es evitar la reproducción de accidentes graves en estas empresas por no haber realizado una correcta investigación de accidentes previos o por no haber adoptado las correspondientes medidas de prevención.
Otras medidas se refieren a acciones para reforzar la sensibilización sobre la prevención de accidentes en desplazamientos, tanto en jornada de trabajo como in itinere, que provocaron el pasado año el 32,6 % del total de las víctimas mortales.
De igual manera, se incidirá en la promoción de planes de movilidad y seguridad vial en las empresas y se supervisarán en determinados casos las investigaciones realizadas y la adopción de medidas preventivas.
Además, la Junta intensificará las actividades de control de las condiciones de trabajo que desarrolla el cuerpo de técnicos habilitados por la administración andaluza en aquellos sectores económicos que han revelado una tendencia al alza de la siniestralidad.
Entre ellas se encuentran las actividades agrícolas, las relacionadas con la fabricación e instalación de maquinaria, la construcción o las actividades relacionadas con la distribución y el transporte.
En cuanto a las enfermedades profesionales, se realizará un especial seguimiento del aumento de la incidencia de patologías no traumáticas, como infartos o derrames cerebrales, ya que el número de accidentes mortales de este tipo se ha incrementado un 28 % desde 2013.
El pasado año las patologías no traumáticas fueron causantes del 35 % de los accidentes mortales registrados.