Unión de Mutuas ha celebrado dos Mesas de Debates, dentro del Certámen Integral de la Prevención y el Bienestar Laboral, Laboralia, celebrado en Feria Valencia el 28 y 29 de septiembre, y organizado por el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo, INVASSAT. Las Mesas, integradas cada una de ellas por 10 expertos prevencionistas, han analizado el “Retorno al trabajo tras una Incapacidad Laboral” y el “Análisis del Programa SISVEL en la Comunitat Valenciana”.
En la primera de las Mesas han participado el Responsable de Prevención de Unión de Mutuas, Emilio Gómez, el director territorial de Unión de Mutuas en Catalunya, Antonio Orozco; Jose Luis Llorca subdirector del INVASSAT, José Terol de Unimat, Pere Boix de I+3, Alfonso Oltra del Instituto de Biomecánica de Valencia, y José Blasco de FACSA del Grupo Gimeno.
Los expertos han analizado las dificultades y las posibles soluciones para la gestión del retorno al trabajo en las mejores condiciones posibles tras una incapacidad laboral prolongada originada por trastornos musculoesqueléticos (TME), que suele afectar principalmente a espalda, cuello-hombro y mano-muñeca.
En España, los trastornos músculo esqueléticos son la primera causa de baja laboral y la que causa el mayor coste económico y social. El 23% de la población general está afectada por algún TME y se estima que más del 70% de la población sufrirá algún tipo de dolor del aparato locomotor en su vida. Son muchos los trabajadores que después de una baja prolongada por lesión musculoesquelética encuentran dificultades a la hora de regresar a su actividad profesional.
Las situaciones de salud complicadas, la cultura de la baja, las tareas físicamente inadecuadas, la falta de adaptación del puesto de trabajo, las dificultades operativas en las empresas, y la falta de comunicación entre la empresa, el trabajador y los profesionales de la salud, son algunas de la situaciones problemáticas que, según han señalado los expertos prevencionistas, afectan negativamente al proceso de retorno al trabajo.
También afectan negativamente los factores psicosociales que influyen incluso más que la propia evolución de la patología, en la vuelta al trabajo. Entre ellos destacan, el bajo estado de ánimo del trabajador, el miedo a la recaída, la incertidumbre sobre el futuro, la insatisfacción y las bajas expectativas laborales, así como el bajo apoyo social en el trabajo.
En este sentido, es importante que el trabajador tenga una actitud positiva que valore el trabajo como algo interesante y bueno para su bienestar personal y como un paso más de su recuperación. A la vez, también la empresa debe de facilitar una incorporación progresiva, adaptada, con flexibilidad horaria y que haga un reconocimiento de los problemas en relación con los riesgos por manejo de cargas, problemas posturales, y movimientos repetitivos.