El coche sin conductor está más cerca de las carreteras. Son comunes en Mountain View, en los aledaños del campus de Google. Desde hace algunas semanas los modelos de Uber en Pittsburg han comenzado a recoger pasajeros. Y de manera inmediata dejarán de ser una rareza para ser una de las formas de transporte que quiere apoyar la administración de Barack Obama en EE UU. Las autoridades federales consideran que las autopistas serán más seguras si los coches están manejados por máquinas en lugar de por humanos.
“Al tiempo que la era digital profundiza cada vez más su influencia en el sector del transporte, nuestra tarea no es solo seguirle el ritmo, sino garantizar la seguridad de los ciudadanos al mismo tiempo que establecemos una base sólida de reglas que puedan ser conocidas, entendidas y aplicadas por la industria y por el público”, declaró este martes el secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx.
Foxx desveló las líneas maestras del plan que adelantó la Casa Blanca el lunes por la noche y en el que se detalla cómo deben reaccionar estos vehículos en caso de que falle la tecnología, o fórmulas para mantener a salvo la privacidad de los pasajeros. La Administración estadounidense exigirá que los fabricantes se sometan a un plan de seguridad con 15 requisitos clave para garantizar que el diseño, el nivel de las pruebas y el desarrollo de estos vehículos esté preparado para garantizar su circulación segura en las carreteras.
Entre estas condiciones se encuentra el establecimiento de las circunstancias en las que puede operar el coche y dónde, cómo responderá en el caso de fallo técnico o accidente y si sus dueños deberán hacer algún tipo de práctica con el vehículo antes de utilizarlo en carretera. El plan también presta especial atención a la privacidad de los usuarios, que deberá ser tenida en cuenta por los fabricantes, o su protección ante pirateos informáticos, y regula cómo podrán comunicarse los coches con sus pasajeros y con otras personas presentes en la carretera.
El anuncio del mayor compromiso de la Administración estadounidense con los avances de la industria del automóvil coincidió con artículo del presidente Obama en el diario Pittsburgh Post-Gazette. La ciudad de Pennsylvania se ha convertido en el epicentro de la innovación en los últimos meses, ya que sus autoridades han dado permiso a Uber para probar su servicio de coches sin conductor, que pueden ser contratados a través de una aplicación del móvil.
“Ahora mismo muchísima gente muere en nuestras carreteras. Solo el año pasado fueron 35.200 las víctimas. De las mismas, el 94% lo hicieron a causa de un error humano o una mala decisión. Los vehículos autónomos tienen el potencial para salvar decenas de miles de vidas cada año”, escribe el presidente en el artículo.
Fuente: EL PAÍS