El Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT) ha presentado el Método ERGOPAR, para la prevención, detección y reducción de los trastornos musculoesqueléticos con la filosofía de la ergonomía participativa. El objetivo es que sean los propios trabajadores los que contribuyan a reducir este tipo de lesiones, responsables del 46% de las bajas laborales.
El director general del INVASSAT, Miguel Ángel Tarín, ha inaugurado la Jornada de Presentación del Método ERGOPAR de prevención ergonómica, celebrada en las instalaciones del Centro Territorial del INVASSAT en Valencia. Durante su intervención, Tarín ha destacado la importancia del método al permitir reducir uno de los principales factores de bajas laborales como son las producidas por sobreesfuerzos y las posturas incorrectas, pues suponen el 34,4% de los accidentes de trabajo y el 46,4% de las enfermedades profesionales.
En este sentido, ha explicado que el Método ERGOPAR a través de la ergonomía participativa promueve la participación de los distintos actores en la empresa para la solución de los problemas que les afectan, incluyendo directivos, delegados de prevención, técnicos del servicio de prevención, mandos intermedios y trabajadores, entre otros.
"La nueva metodología, -ha señalado Tarín-, pretende la mejora de las condiciones de trabajo mediante el acuerdo entre la dirección y los trabajadores acerca de las necesidades de intervención preventiva, que permite identificar muchos problemas ergonómicos que puedan existir en la empresa y tratar de solucionarlos sin necesidad de complicados protocolos técnicos".
La participación se organiza a través de la constitución de un grupo de trabajo, en el que recopila la información necesaria para un adecuado análisis y comprensión de las condiciones de trabajo, que son el origen de la exposición a los riesgos, para lo cual se capacita a sus miembros a través de un programa de formación básico. Esta implicación de los trabajadores en el desarrollo de los sistemas de prevención, en opinión del director general, "es vital para lograr las mejores soluciones preventivas, ya que son quienes mejor conocen su puesto de trabajo, al poseer la información y la experiencia necesarias para analizar los problemas desde la perspectiva de la actividad real en el trabajo, con lo que se obtienen intervenciones adaptadas a las necesidades y circunstancias reales de la empresa". Además, según Tarín, "a través de la ergonomía preventiva se reduce la resistencia al cambio, en la medida en que los propios afectados participan en la identificación de los problemas y sus soluciones, con lo que se mejora al mismo tiempo el clima laboral, puesto que los procesos participativos de mejora la comunicación en las empresas y los trabajadores se sienten respetados, escuchados y motivados".