El presentismo laboral (presencia de los trabajadores en sus puestos de trabajo más allá de su horario normal) ha aumentado 40 puntos porcentuales en sólo dos años debido a la crisis económica y al miedo de los trabajadores a perder su empleo.
Según una encuesta de Randstad, el 'presentismo' laboral ha aumentado desde el 45% de 2010 al 85% en 2012, lo que significa que actualmente ocho de cada diez trabajadores pasan más horas de las establecidas en sus puestos de trabajo.
De ese 85% de trabajadores que alargan su jornada en la empresa, seis de cada diez argumentan que lo hacen por temor a perder su empleo, mientras que el 24% se queda en su puesto porque falta personal.
La encuesta refleja así que únicamente el 15% de los trabajadores no trabaja más horas de las previstas, dato que se ha reducido 40 puntos respecto al sondeo realizado por Randstad en 2010.
El perfil del 'presentista' se corresponde con el de un varón, menor de 25 años y con estudios básicos. Para Randstad, ello tiene que ver con que los jóvenes son precisamente los que más están sufriendo el desempleo, con una tasa de paro que alcanza el 46,4%, y por lo tanto, son los que más miedo tienen a quedarse en la calle.
El estudio pone de manifiesto que el aumento de la jornada laboral no tiene nada que ver con la productividad, sino con el deseo del trabajador de asegurarse su empleo.
En paralelo al aumento del presentismo, Randstad recuerda que el absentismo laboral se ha reducido desde las 29,9 bajas por cada 1.000 trabajadores registradas en 2007, a 24 bajas en 2010.
Además, según datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral, durante el segundo truimestre de 2011 se contabilizaron una media de 0,2 horas de absentismo injustificado por trabajador, frente a las 0,5 horas de 2007.
Randstad recuerda que el horario laboral en España es más amplio que el de países como Alemania, Francia o Bélgica, en los que la jornada laboral termina entre las 17.00 y las 18.00 horas, mientras que en España se alarga hasta las 19.00 horas o más.
Eso sí, el tiempo destinado a la comida suele ser de media hora en Europa, frente a los 90 minutos o más en España, precisa la empresa de recursos humanos.