El uso excesivo de aparatos como ordenadores, tabletas o smartphones puede llegar a afectar seriamente al sueño y el rendimiento. Desde tiempos inmemoriales hemos echado la culpa del insomnio a algunas sustancias como la cafeína, la nicotina o el alcohol, incluso a preocupaciones en el trabajo o los ruidos de la ciudad. La novedad en el mundo del insomnio es atribuir la culpa de la falta de sueño al ocio digital.
A esta conducta no se la puede llamar trastorno, ya que no tiene por qué tener signos psicológicos o enfermedad mental. Es más bien un problema de hábitos. Afecta por igual a hombres y mujeres desde la adolescencia, cuando la comunicación entre amigos es más habitual a través de estos dispositivos, hasta la edad adulta donde puede existir cierta dependencia al correo electrónico del trabajo. Si segmentamos por género, y según los estudios realizados por el Hospital Clínic, los hombres usan más los videojuegos antes de ir a dormir, mientras que las mujeres se comunican por WhatsApp y SMS.
Muchos de los usuarios que sufren de insomnio tecnológico no son realmente conscientes del tiempo destinado a los gadgets hasta que no miran el reloj y cuentan las pocas horas que les quedan antes de tener que levantarse por la mañana. “El segundo aspecto importante –afirma el doctor– es que para poder dormir profundamente necesitamos disminuir la actividad cerebral una hora antes de irnos a la cama”.
Para disminuir la actividad cerebral necesitamos que el cerebro entre en una fase de relajación al menos una hora antes de irnos a la cama. Existen algunas rutinas que pueden ayudar a esta saludable práctica. Aunque al principio pueden parecer aburridas, algunas técnicas se pueden convertir en hábito de forma sencilla y advertir al cuerpo que es hora de ir a dormir. Todos estos pequeños trucos ayudan a rendir mucho más durante el día. “Los seres humanos son animales diurnos, y es el cambio de rutinas el que lo vuelve nocturno“.
Prescindir de todos estos aparatos tecnológicos es un trabajo que requiere mucha fuerza de voluntad, sobre todo en esta sociedad en la que todo el trabajo de realiza a través de pantallas, teléfonos y tabletas electrónicas. Es complicado, pero la salud del cuerpo se lo agradecerá.
Buenos hábitos antes de dormir:
- Escuchar música relajante. Tomar un baño caliente.
- Masajear los pies.
- Cenar ligero.
- Beber una infusión de hierbas relajantes o leche caliente.
- Preparar el dormitorio con luz tenue.
- Evitar ciertas sustancias como la nicotina o el alcohol.
- Usar técnicas de relajación.