La campaña anual «Un refresco, tu mejor combustible» que desarrollan el RACE y la Asociación de refrescos ANFABRA demuestra el riesgo que entreña la fatiga y la somnolencia en la conducción. Así lo avalan vídeos como el que acompaña estas líneas, que alerta acerca de un peligro que supone la cuarta causa de mortalidad en las carreteras españolas.
Algunos consejos para afrontar largos desplazamientos desplazamientos en verano pasan por dejar preparado el coche la noche anterior y descansar bien durmiendo toda la noche: dormir menos de seis horas triplica el riesgo de sufrir accidentes en carretera. Y además:
- Es interesante evitar salir de viaje al terminar de trabajar. Incluso si se termina pronto, siempre se estará cansado al comenzar la travesía.
- Antes de emprender un viaje largo, descansar lo suficiente. La fatiga disminuye el campo de visión, alarga los tiempos de reacción y dificulta la coordinación psicomotriz y la capacidad muscular.
- Parar cada dos horas o al menor síntoma de cansancio, pues mantener una atención constante durante un tiempo prolongado produce fatiga.
Cada parada debe durar al menos entre 15 y 30 minutos; bájar del coche y tomar un tentempiém hacer ejercicios de estiramiento de articulaciones (cuello, pies, piernas y brazos) y de espalda y aprovechar para comer algo ligero y beber un refresco es muy recomendable.
- Hay que beber aunque no se tenga sed, ya que cuando aparece esta señal existe un cierto grado de deshidratación. El aire acondicionado del coche provoca síntomas asociados a la deshidratación del organismo (sed, sensación de sequedad en la garganta, fatiga) que pueden afectar a la conducción.
- Evitar comidas copiosas antes y durante los desplazamientos y optar por comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día, acompañadas de agua, zumos o refrescos. Una fácil digestión ayudará a mantener la atención y a reaccionar con rapidez ante todo tipo de imprevistos en la ruta.
- No beber alcohol bajo ningún concepto: el consumo de cualquier tipo y cantidad tiene efectos inmediatos sobre la conducción.
- Si se toman medicamentos, tener en cuenta que pueden provocar somnolencia, y algunos tener efectos directos sobre la visión o la coordinación. Conviene consultar con el médico antes de emprender viaje.
- No conducir de noche si puede evitarse: el cuerpo conoce sus horas de descanso. Si hay que dormir en el camino, el tiempo y dinero invertido siempre estarán justificados ante la posibilidad de padecer un accidente por culpa de la fatiga y la falta de visibilidad.
Para mayor información: http://www.abcdesevilla.es/20120621/motor-reportajes/abci-fatiga-volante-companera-fatal-201206202206.html