La eliminación de forma segura de los residuos radioactivos constituye todo un reto que precisa de una cantidad considerable de investigación y análisis. Se manejan elementos que plantean peligros considerables al cabo de miles de años, por lo que el margen de error es ínfimo. Hay iniciativas de investigación en marcha en todo el mundo.
Durante sus 3 años de duración, el proyecto Pamina («Aplicación de metodologías para la evaluación del rendimiento con el fin de orientar la elaboración del estudio de seguridad») se dedicó a investigar la conformación de una metodología estandarizada para uno de los métodos de aplicación más extendido en las labores de eliminación de residuos radiactivos: su almacenamiento subterráneo a gran profundidad.
Se trata de un método sencillo: Los residuos se almacenan en repositorios ubicados en el subsuelo, en formaciones geológicas adecuadas. Una vez lleno, el repositorio se cierra y aísla. Para asegurarse su eficacia se recopila una amplia gama de datos y argumentos en un estudio de seguridad postcierre. La evaluación del rendimiento comprende una serie de métodos con los que analizar numéricamente la evolución del sistema del repositorio. Los resultados de dicha evaluación constituyen una parte significativa del estudio de seguridad.
Pamina debía proporcionar una base metodológica y científica sólida a partir de la cual demostrar la seguridad del almacenamiento geológico profundo de residuos radiactivos de vida larga y combustible nuclear gastado. Sus resultados resultarán de utilidad para todos los programas nacionales de gestión de residuos radiactivos, con independencia del tipo de residuo, método de eliminación, diseño del repositorio y etapa que se haya alcanzado en la evaluación del rendimiento y en el desarrollo del estudio de seguridad. Concretamente, el proyecto tenía los propósitos de:
Este proyecto recibió financiación a través del Sexto Programa Marco (6PM) de la Comisión Europea. En él participaron 27 organizaciones de 10 países europeos y el Instituto de Energía y Transporte del Centro Común de Investigación (JRC). Asimismo, hubo varios grupos asociados que ampliaron el radio de influencia del proyecto y aportaron los conocimientos técnicos de otros países.
Fuente de Datos: cordis.europa.eu