El Gobierno de EE.UU. anunció que el cáncer será considerado una de las enfermedades relacionadas con el 11-S, por lo que las personas que contrajeron o desarrollen hasta unas cincuenta variedades de la enfermedad recibirán la oficial cobertura médica.
El anuncio oficial fue dado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, justo en la víspera del decimoprimer aniversario de los atentados. “Añadir estos tipos de cáncer respaldará algo que ya sabemos que es cierto: que nuestros héroes están enfermos”, dijo la senadora federal por el estado de Nueva York Kirsten Gillibrand.
Hasta ahora el cáncer no había sido incluido entre las patologías cubiertas por el fondo, ya que se consideraba que no se había comprobado que los tumores fueran una consecuencia directa de la exposición a la nube de polvo y a los agentes tóxicos dispersados por el derrumbe de las Torres. Michael Barasch y Noah Kushlefsky, dos abogados que representan a miles enfermos y residentes de la zona, afirmaron que existen “pruebas científicas de que el polvo podría haber originado no solo enfermedades respiratorias sino también cáncer”.
Barasch indicó asimismo que hasta la fecha unas 400 personas han fallecido de cáncer desde los atentados del 11-S. La compensación a aquellos cuya salud haya sido damnificada a consecuencia del mayor acto terrorista en la historia humana se brinda en el marco de llamada Ley Zadroga y dispone de 4.300 millones de dólares. James Zadroga fue un policía neoyorquino que murió en 2006 a la edad de 34 años de una enfermedad respiratoria adquirida tras haber trabajado en las ruinas de las Torres Gemelas.