Este síndrome, considerado como un cuadro de estrés relacionado con la reincorporación a la rutina diaria tras un largo periodo de ocio, afecta a un 35% de la población, principalmente con edades comprendidas entre los 25 y los 50 años.
Según Nuria Javaloyes, la responsable del Área de Psicología del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante), esta "depresión" postvacacional hace referencia al proceso de estrés que "tenemos que afrontar tras las vacaciones para readaptarnos de nuevo a las obligaciones diarias". No obstante, este síntoma, derivado de pasar de no tener horarios ni apenas obligaciones a una rutina más rígida propia de la vida cotidiana, es transitorio y no debe durar más de una o dos semanas.
Para afrontar esta situación de estrés lo recomendable es, a juicio de Javaloyes, adoptar actitudes "positivas" y programar actividades tanto en el trabajo como en el entorno familiar o personal.
"La mejor forma de volver de nuestras vacaciones es permitir tomarnos un tiempo para arrancar, sin prisas, de forma gradual y con un enfoque positivo pensando que tras el verano volvemos a tener una nueva oportunidad de mejorarnos a nosotros mismos", ha añadido esta psicóloga.
En el ámbito laboral, Javaloyes aconseja "comenzar el trabajo poco a poco y a ser posible por lo que más nos guste", organizar la agenda diferenciando lo importante de lo urgente y evitar realizar intensas jornadas de trabajo. Además, propone realizar pequeños cambios en el entorno físico del trabajo, como organizar la mesa de otra forma y colgar algunas imágenes nuevas en el escritorio. "Conseguiremos la sensación de algo distinto a lo que dejamos antes de irnos de vacaciones y del inicio de algo nuevo", ha apuntado esta especialista.
Dentro del entorno familiar y personal, es aconsejable consumir alimentos que tienen alto contenido en calcio, fósforo y cobre, como la almendra, el plátano o el germen de trigo.
Continuar con algunas de las actividades practicadas durante las vacaciones y planificar actividades "placenteras" durante los primeros días tras el horario de trabajo, como acudir a una exposición o cenar con unos amigos, "ayudan a aliviar la sensación de malestar". Además, Javaloyes recomienda no tomar decisiones trascendentales posponiéndolas unos días en la medida de lo posible "hasta que estemos perfectamente adaptados de nuevo" y, "sobre todo, ser conscientes de que estamos pasando un periodo temporal de adaptación necesaria que durará unos días".