La siniestralidad en las carreteras españolas se ha reducido notablemente en los meses de julio y agosto y eso es algo que nos alegra a todos. Pero todavía queda mucho camino por hacer en temas que parecen obvios pero que desgraciadamente no lo son tanto. Usar el cinturón de seguridad, llevar a los niños en una silla adecuada o no beber o drogarse antes de conducir.
Las cifras oficiales de la DGT acumuladas de los meses de julio y agosto indican que han perdido la vida en las carreteras un total de 262 personas, lo que supone una reducción de nada menos que 62 víctimas mortales con respecto a julio y agosto de 2011. Y eso es una gran noticia, se mire por donde se mire, sobre todo si tratamos de ponernos en la piel de una familia que pierde a alguno de sus miembros en un accidente de tráfico.
Sin embargo, estas cifras no significan que se puedan echar las campanas al vuelo. Son muy buenas cifras pero hay que seguir trabajando, y muy duro, para que estos resultados mejoren cada día. Y sobre todo para que podamos soñar con que dentro de unos años nadie pierda la vida en una carretera. Es un objetivo factible si todos nos empeñamos en ello.
Además, en estas buenas cifras de siniestralidad del verano ayuda, por un lado la crisis que reduce los desplazamientos, que hace que los conductores circulen más despacio para ahorrar combustible. Pero ojo, aunque los coches nuevos son más seguros cada día, al mismo tiempo cada vez hay más coches viejos en circulación por las carreteras y ese es un factor de riesgo a tener en cuenta.
Hay otro factor de riesgo muy importante que es la atención a la conducción, el respeto a los otros conductores y cumplir con algunas normas que, por básicas, no debemos olvidar nunca. Por ejemplo, el uso del cinturón, llevar a los niños en una sillita adecuada a su edad y por supuesto bien sujeta, no beber antes de conducir o no usar el móvil. Si todos cumpliéramos con esas pequeñas normas, los accidentes se podrían reducir drásticamente.
Y es que las cifras son monstruosas en ese sentido. El 23% de las personas que han perdido la vida en la carretera entre julio y agosto no llevaba el cinturón de seguridad puesto al producirse el siniestro. Y aún peor, de los seis menores fallecidos en dichos accidentes, solo el 50% de ellos llevaba una silla adecuada a su edad.
Para mayor información: http://www.elconfidencial.com/automaniacos/2012/09/24/la-siniestralidad-depende-de-todos-105970/