Un estudio reciente de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, comprobó que el exceso de correos electrónicos externos e internos que circulan en las empresas ha incrementado la cantidad de empleados con estrés y que también influye negativamente sobre la productividad.
Caroline Sauvajol-Rialland, responsable de la investigación, explicó que "el exceso de e-mails y de información en general acarrea riesgos sociales y psíquicos para los empleados y empobrece a la empresa". Este fenómeno amenaza tanto la calidad de vida de los trabajadores como la viabilidad de las empresas.
Según los investigadores, la sobrecarga de información provoca interrupciones cada 7 minutos aproximadamente. De este modo, el 30% de la jornada laboral de un trabajador se ocupa en atender llamadas o leer correos que cada vez exigen respuestas más inmediatas. Así, el propio empleado contribuye a aumentar el exceso de intercambio de información.
"Hay que reconocer el derecho al descanso. El uso de computadoras portátiles u otros dispositivos móviles para recibir mensajes de la empresa incrementa el estrés de los empleados", afirmó Sauvajol-Rialland.
Ante esta perspectiva, los responsables de Derechos Humanos, los sindicatos y los expertos en prevención de riesgos laborales empiezan a trabajar sobre el problema. "Algunas empresas imparten formación especial a sus trabajadores sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías de manera eficiente para gestionar la información. Otras han llegado a proponer que no se puedan recibir correos electrónicos por la tarde, cuando la jornada laboral ha concluido", comentó la investigadora.