Evitar que los rumores y los cotilleos contaminen tu estado del ánimo en el trabajo y afecten a tu productividad depende en gran parte de decir las cosas claras. No tengas miedo a expresar tus quejas. Conseguirás sortear problemas futuros y te centrarás en el trabajo.
Olvídate de los comentarios en la máquina de café o de aquellos procedentes de los empleados que se jactan de tener información de primera mano. Si esas son las únicas vías para saber qué está sucediendo en tu trabajo, primero, nunca sabrás realmente lo que pasa y, segundo, algo no funciona bien en tu empresa. Los chismes nunca son buenos y, si se adueñan de un ambiente laboral, pueden llegar a ser nefastos para una organización. Decir las cosas claras y por las vías adecuadas caracteriza a las compañías transparentes, algo de lo que no pueden presumir aquellas que fomentan el cotilleo.
Según David Comí, socio director de Incrementis, una de las mejores opciones para huir de la rumorología y gestionar la comunicación en las organizaciones es “informar de manera que el receptor entienda y comprenda lo que se está diciendo. Eso es totalmente diferente a ser muy transparente. El equilibrio se alcanzará cuando el emisor haga el esfuerzo de adecuar el mensaje con hechos y acciones en el entorno laboral”.
El escenario en el que se mueven los profesionales es complejo –a la incertidumbre laboral se suma el temor a perder el puesto de trabajo–, y si además los jefes y los mandos no son francos con sus empleados, las cosas se complican aún más. “Ellos tienen que dar ejemplo. Los directivos intermedios suelen ser los más reacios a la comunicación, pero su papel es fundamental en la creación de una empresa transparente”, explica Pilar Jericó, directora general y socia de Be-Up, quien apunta tres recomendaciones para que la información fluya en la empresa:
Para ampliar la noticia: http://www.expansion.com/2013/01/04/empleo/desarrollo-de-carrera/1357309099.html