El efecto protector del lavado de manos en la prevención de casos de gripe A (H1N1)2009 en personas que pueden requerir ingreso hospitalario ha sido confirmado por investigadores españoles en un estudio de 3 años de duración que concluyó el pasado diciembre. Esta una de las principales conclusiones de relevancia obtenidas por este proyecto, que analizó más de 1500 pacientes hospitalizados por gripe pandémica A(H1N1) en 36 hospitales.
El proyecto, denominado Factores de riesgo de hospitalización por gripe A (H1N1)2009 y efectividad de intervenciones farmacológicas y no farmacológicas en su prevención. Estudio de casos y controles, ha sido liderado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el de Enfermedades Respiratorias (CIBERES). Los trabajos, en los que participaron 130 investigadores de Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra y País Vasco, analizan el papel de las vacunas antigripales; la eficacia de antivirales en las primeras horas; los antecedes de vacunación y su efecto protector y la eficacia de las medidas no farmacológicas.
Según un comunicado del Instituto de Salud Carlos III, “el lavado de manos demostró un efecto preventivo de casos de gripe que hubieran requerido ingreso hospitalario. Además, la reducción del riesgo de ingreso hospitalario fue mayor al aumentar la frecuencia del lavado de manos”. Por ello, los autores recomiendan el lavado de manos al menos 5 veces al día y detectaron un efecto protector frente al ingreso hospitalario después del contacto con superficies potencialmente contaminadas.
Tras estudiar el pronóstico de los pacientes hospitalizados, los expertos observaron que tener diabetes o ser tratado con corticoides se asoció con un peor pronóstico. Asimismo, el uso del tratamiento antiviral específico para la gripe, administrado en las primeras 48 horas, redujo las complicaciones y se asoció a una menor duración de la hospitalización.
Además, los investigadores comprobaron que el bajo nivel educativo y la pertenencia a algunas minorías étnicas, así como la obesidad (IMC>40), las neoplasias hematológicas, la enfermedad cardiaca crónica, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las enfermedades neurológicas fueron factores asociados a la hospitalización por gripe pandémica. A su vez, acreditaron que en niños la hospitalización fue más frecuente en menores de 2 años, en aquellos con enfermedades crónicas neurológicas, neuromusculares o pulmonares y en pacientes cuyos padres tenían un menor nivel de estudios. La vacuna fue la principal medida para prevenir casos de gripe, reduciendo el riesgo en un 87%. Los trabajadores sanitarios que no se vacunaron tuvieron un riesgo de enfermar por gripe casi 3 veces mayor que el resto de la población, lo que demuestra el potencial de contagio de la gripe que se produce en el medio sanitario.