El vidrio aporta a los diseñadores de edificios una gama de opciones fascinante y su popularidad no ha hecho sino aumentar durante el último decenio. Esta situación ha generado una demanda de este material superior a otros materiales de construcción como el cemento, el ladrillo o el aluminio. Por otro lado, la industria de la construcción se ha desarrollado a gran velocidad y en paralelo a la demanda de materiales de construcción sostenibles.
Los principales usos del vidrio en inmuebles son evidentes: fachadas y ventanas. La tecnología actual del vidrio permite construir grandes edificios comerciales eficientes desde el punto de vista energético que aprovechan la luz natural y protegen el medio ambiente ahorrando energía. Pero cabe preguntarse por su seguridad y cómo responderían por ejemplo al estallido de una bomba cercana. El atentado del IRA en 1993 en Londres provocó una onda expansiva que sacudió los edificios cercanos y destruyó cientos de ventanas, provocando una lluvia de cristales a la calle. Investigadores alemanes han prestado atención a este aspecto en la construcción de un nuevo complejo de edificios en San Francisco.
Esta ciudad, al igual que muchas otras, está en constante cambio. Se derriban edificios para contruir otros en su lugar; fábricas y edificios abandonados dan paso a estructuras nuevas. Por ejemplo, en breve se construirá un enorme complejo de edificios donde hasta hace poco se situaba una estación de tren, la terminal San Francisco Transbay. En el emplazamiento se elevará una estructura de 5 pisos de alto con fachada de cristal sobre una zona de veinte mil metros cuadrados y un parque acristalado en el techo. En una 2ª fase se construirá un rascacielos. Para averiguar si la estructura de cristal sería capaz de soportar el estallido de una bomba u otra explosión, un estudio de ingeniería neoyorkino encargó un estudio sobre su seguridad a un equipo científico del Instituto Fraunhofer de Dinámicas de Alta Velocidad (Ernst-Mach Institute, EMI), situado en Efringen-Kirchen, al suroeste de Alemania.
Los investigadores analizaron la seguridad de estructuras de vidrio mediante el túnel para la producción de ondas de choque Blast-STAR. En él ensayaron la resistencia a la presión producida por explosiones a varias distancias que poseen distintas estructuras de acristalamiento utilizadas en las fachadas de vidrio, según explicó Oliver Millon, investigador del EMI.
Para ampliar la información: http://www.prevencionintegral.com/Noticias/Noticias.asp?ID=16279