Con el fin de implementar tecnologías que permitan realizar de forma automática las inspecciones en túneles de carretera y ferroviarios, investigadores del centro tecnológico Cartif de Valladolid y de la empresa Geocisa están trabajando en un proyecto denominado SITEER, que permitirá un mejor mantenimiento preventivo en túneles.
Actualmente las inspecciones periódicas que se realizan se hacen de forma manual, un técnico camina por la infraestructura realizando una inspección visual para detectar si existen fallos o incidencias en la superficie. Los túneles son unidades de obra complejas en las que interaccionan terreno y estructura, y por lo tanto sometidas a muchas variables (presencia de agua, discontinuidades en el terreno del trasdós, adecuada ejecución del revestimiento del túnel: anillos, pantallas, gunitado, etc.).
Para garantizar la seguridad del tráfico, maximizar la vida útil del túnel, etc. se hace necesario un seguimiento de su comportamiento y un mantenimiento adecuado. Este control se centra en el estado de su revestimiento, y consiste en la identificación de daños y/o defectos que pueden dar lugar a zonas de inestabilidad, resultando el desprendimiento de fragmentos y bloques, u otro tipo de incidencias que pongan en peligro su utilización.
El objetivo del proyecto es combinar y desarrollar técnicas no destructivas para la supervisión e inspección de túneles solventando y/o minimizando los problemas existentes: cierto tipo de anomalías no detectables, poca automatización, dificultad para posicionar los defectos en un mapa del túnel (debido a falta de georreferenciación), etc. Esta georreferenciación permitirá conocer las coordenadas exactas donde se han localizado las incidencias, para poder realizar actuaciones rápidas.
Las técnicas no destructivas que se van a aplicar son la medición láser, el estudio de la reflectancia y el estudio de la emisividad (termografía). Se han elegido estas técnicas dada su viabilidad técnica, su coste razonable y la experiencia de los socios en su aplicación.
La automatización del proceso se realizará gracias a la combinación de dos técnicas no destructivas: la termografía (que mide la temperatura de una superficie a distancia mediante radiación infrarroja) y la reflectancia (que estima la capacidad de las superficies de reflejar la luz).
Como punto de partida se definirá el umbral de resolución que pueden aportar de forma individual cada uno de los dos métodos, de forma individual y conjunta, para posteriormente implementar estas dos tecnologías en un mismo dispositivo.
El primer ensayo se realizará en un túnel de carretera, y si el sistema es efectivo podría plantearse su utilización en un futuro en la inspección de otro tipo de infraestructuras o conducciones.
Fuente de Datos: ingenieros.es