El nuevo informe de Anfac Research para el grupo Bosch y el Barómetro de Seguridad Vial y Medio Ambiente Bosch-ANFAC, analiza la presencia en el mercado español de turismos con sistema preventivo de frenada de emergencia, conocido por sus siglas en inglés PEBS (Predictive Emergency Braking).
Este sistema, presentado por Bosch en el año 2010, permite avisar al conductor de situaciones de peligro que requieren una frenada urgente para evitar colisiones por alcance. El PEBS alerta con antelación suficiente por medio de señales visuales o acústicas y frena automáticamente en caso de que no lo haga el piloto.
Se basa en la conexión en red de un sensor de radar, que analiza permanentemente el tráfico que precede al coche, con el control de estabilidad y una cámara de vídeo. El radar y la cámara de vídeo detectan e interpretan las posibles situaciones críticas con peligro de impacto y ayudan al conductor a evitar este tipo de accidentes, a cualquier velocidad, tanto de día como de noche.
Según el informe, este tipo de sistema preventivo de frenada de emergencia desarrollado por Bosch, podría reducir unos 350.000 accidentes en toda la UE. Un 32% de todos los accidentes con heridos y muertos fueron colisiones por alcance con objetos fijos o en movimiento (18%) y atropellos (14%). Por tanto, en ese tipo de accidente el PEBS debería influir de manera decisiva para evitarlo o mitigarlo.
El sistema preventivo de frenada de emergencia está disponible en la actualidad como equipamiento en uno de cada seis vehículos matriculados en España, principalmente como parte de la oferta opcional. Algo parecido ocurrió con el ahora popular sistema antibloqueo de frenos o ABS. Al principio, solo se equipaba en opción en automóviles de gama alta hasta que con el paso de años se convirtió en un elemento obligatorio.
Si analizamos la disponibilidad por segmentos, destaca el de los vehículos de lujo donde ya está disponible en más del el 80%. Una cifra que contrasta con la presencia en los compactos, berlinas y todoterrenos con cuotas en torno al 20% si bien es un porcentaje que sube poco a poco.
En la actualidad, solo un 1% del parque incorpora este sistema de seguridad. Si descartamos los vehículos más antiguos, esta proporción asciende al 2,3% para el conjunto de vehículos de hasta 10 años de edad y en los vehículos más jóvenes de hasta cinco años en un 6,2%. Además, de todos los vehículos equipados con el sistema de frenada de emergencia, casi un 70% tiene menos de dos años.
La renovación del parque de vehículos es fundamental para elevar la seguridad vial de las ciudades. El nuevo plan PIVE para turismos y el plan PIMA Aire para furgonetas, son una base importante para el rejuvenecimiento del parque. Estos planes permiten adquirir un automóvil equipado con la última tecnología, capaz de reducir los siniestros por accidentes y mejorar el medio ambiente y, sobre todo, con un importante descuento.
(Fuente: Portal Ingenieros)