La mejora de las condiciones de higiene en la empresa se percibe de manera mucho más mucho más positiva que otros incentivos por parte de los trabajadores, según diferentes estudios realizados por Kimberly-Clark Professional (KCP).
Así, los empleados prefieren un entorno de trabajo limpio y saludable a programas de asistencia al trabajador, como el manejo del estrés y los conflictos en la empresa, las vacunas contra la gripe o el fomento de una alimentación sana y una mejor forma física.
Según estos estudios, un entorno laboral limpio y sano se sitúa en la base de la pirámide de necesidades de bienestar de los trabajadores. Sobre ella, y de más a menos, se valora la salud nutricional, el ejercicio físico, los exámenes y tratamientos médicos, el bienestar emocional y la conciliación entre el trabajo y la vida familiar.
“Los gestores y responsables de recursos humanos de las empresas ponen su foco en cuestiones como el reconocimiento de los empleados, su satisfacción personal, la buena gestión, los beneficios sociales, las oportunidades de desarrollo profesional o el plan de pensiones”, afirma Adriana Di Ippolito, responsable de Trade Marketing KCP para Iberia. “Todas son importantes, pero, paradójicamente algo tan sencillo como la higiene queda relegada a un segundo plano e, incluso, muchas veces en la primera en sufrir los recortes”.
Según Di Ippolito, “en nuestra vida cotidiana la higiene es un factor clave a la hora de elegir un hotel, un restaurante, un gimnasio, una tienda de alimentación, una consulta médica… no tiene sentido que algo que exigimos en la calle no lo tengamos resuelto en el puesto de trabajo”.
“Unos protocolos de higiene adecuados en la empresa -indica Di Ippolito- reducen los niveles de enfermedad y con ellos el absentismo, aumentan la productividad, el compromiso de los trabajadores y su percepción de bienestar”.
Fuente de Datos: RRHH.press