De hecho, y según las conclusiones a las que llega el informe anual de accidentalidad realizado por la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), la principal causa de accidentes en estas empresa durante 2012 fue el resbalón o tropezón con caída (11% de los casos registrados). Para hallar una causa de accidente asociable a la presencia de sustancias químicas en el entorno laboral hay que descender al 5º puesto del listado, donde aparecen con una frecuencia del 7% de los casos computados los accidentes debidos a «escapes, rezumamientos, derrames o salpicaduras».
La industria química logró durante 2012 que su índice de frecuencia de accidentes estuviese por debajo de la media del sector industrial. En concreto ese índice fue de 3,2 (lo que significa que hubo 3,2 accidentes con baja laboral por cada millón de horas trabajadas). Ese índice es once veces menor que el de la media de la industria, catorce veces menor que la media de la construcción, cinco veces mejor que el del sector servicios y menor incluso que el de sectores como el personal doméstico o la educación.
Atendiendo a la actividad física que estaban realizando los trabajadores en el momento de accidentarse, el estudio de FEIQUE señala como las tres causas más frecuentes de accidente las siguientes: andar, correr, subir o bajar (31% de los casos), alimentar o vaciar máquinas (11%) y manipular objetos (11%). El trasiego de líquidos o su manipulación -una operación frecuente en la industria química- ocupa un discreto sexto lugar en esta lista (5 por ciento de los casos).
El lugar más «peligroso» de una industria química resulta ser el taller (el 58% de los accidentes tuvieron lugar dentro de esa dependencia), seguido de las zonas industriales (sin especificar), los lugares públicos y los medios de transporte. Curiosamente, las oficinas, salas de reunión y bibliotecas, pese a ser tenidas por espacios inofensivos, son el escenario del 3% de los accidentes.
Siguiendo con las conclusiones del informe, el sobre esfuerzo físico es un agente causante de más accidentes en el sector químico (32% de los casos) que el contacto con sustancias peligrosas a través de la piel o los ojos (12%) o la ingesta de las mismas (1%). Respecto a las partes del cuerpo que sufren las consecuencias de los accidentes, la relación de las más frecuentes es la siguiente: piernas (afectadas en el 15% de los casos), espalda (13%), pies (11%) y dedos (10%). La cabeza apenas se ve afectada en el 4% de los accidentes.